EL 8 DE MARZO ES EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, conmemora la lucha de la mujer por su participación dentro de la sociedad y por su desarrollo íntegro como persona.

Por eso, a lo largo de la semana hemos realizado diferentes actividades. Como colofón, hoy nos hemos reunido en torno al tendal que hemos confeccionado con delantales que representan los derechos de la mujer, de las niñas y  un mundo mejor y más igualitario. Este es el manifiesto que hemos leido:

“HISTORIA DEL DELANTAL DE LA ABUELA”

 El primer propósito del delantal de la abuela era proteger la ropa que estaba debajo, pero además sirvió como un guante para quitar la sartén de la cocina. Era maravilloso secar las lágrimas de los niños y las niñas y, en ocasiones, limpiar las caras sucias. Desde el gallinero, el delantal se usó para transportar los huevos y, a veces, los polluelos. Cuando llegaban las visitas, el delantal sirvió para proteger a los más tímidos y cuando hacía frío la abuela se envolvía los brazos en él. Este viejo delantal era un fuelle agitado sobre un fuego de leña. Fue él quien llevó las patatas y la madera seca a la cocina. Desde el jardín sirvió como una cesta para muchas verduras después de que se cosecharan. Y al final de la temporada se usaba para recolectar las manzanas caídas. Cuando los visitantes llegaban inesperadamente, era sorprendente ver qué rápido este viejo delantal podía quitar el polvo. Cuando llegaba el momento de servir las comidas, la abuela iba a la escalera  a sacudir su delantal y los hombres en el campo sabían de inmediato que tenían que ir a la mesa. La abuela también lo usó para sacar la tarta fuera del horno y ponerla en el alféizar para que se enfriara.

Pasarán muchos años antes de que algún invento u objeto pueda reemplazar este viejo delantal…

 En recuerdo de nuestras abuelas, hoy tenemos colgados estos delantales con nuestros mensajes, un DELANTAL, que nos recuerda a aquella persona tan querida y que tantas cosas fue capaz de hacer con el delantal y… sobre todo, con mucho cariño.